SAN JOSÉ EN EL MAGISTERIO ECLESIAL EN LOS DOS ÚLTIMOS SIGLOS

INTRODUCCIÓN

En los albores del año litúrgico 2020-2021, Su Santidad el Papa Francisco declaró un año jubilar con motivo del 150 aniversario del patrocinio oficial del ilustre esposo de la Santísima Virgen María en la Iglesia Universal. Por lo tanto, el presente artículo quiere ser una relectura del pasado, mejor aún, una breve exposición de la enseñanza del magisterio eclesial sobre la figura de San José. Se tratará precisamente del período que va desde los dos últimos concilios hasta nuestros días.

I- DESDE EL VATICANO I HASTA EL VATICANO II

1.- PIO IX

El papel del Papa Pío IX habrá sido muy decisivo en el tema de la enseñanza oficial de la Iglesia sobre San José. En efecto, al comienzo de su ministerio petrino, mediante el Decreto “Inclytus Patriarcha Joseph”, instituyó la fiesta y el oficio del Patronato de San José el tercer domingo después de Pascua. Además, en 1854, durante un discurso, afirmó que después de la Santísima Virgen María, el padre putativo del Niño-Dios, es la esperanza más segura de la Iglesia. Finalmente, el 8 de diciembre de 1870, Pío IX , mediante el Decreto “Urbi et orbi” oficializó el culto por parte de los fieles al carpintero de Nazaret. Así declarando solemnemente a San José Patrono de la Iglesia Universal y en consecuencia eleva con rito de primera clase la fiesta del 19 de marzo. Esto es en definitiva lo que se lee en este extracto de la Congregación de Ritos donde, reconociendo las incesantes oraciones de la Iglesia a favor del ilustre santo, dice el texto:

“Y puesto que en estos tiempos tristísimos la misma Iglesia es atacada por doquier por sus enemigos y se ve oprimida por tan graves calamidades que parece que los impíos hacen prevalecer sobre ella las puertas del infierno, los venerables obispos de todo el orbe católico, en su nombre y en el de los fieles a ellos confiados, elevaron sus preces al Sumo Pontífice para que se dignara constituir a san José por patrono de la Iglesia. Y al haber sido renovadas con más fuerza estas mismas peticiones y votos durante el santo concilio ecuménico Vaticano, Nuestro Santísimo Papa Pío IX, conmovido por la luctuosa situación de estos tiempos, para ponerse a sí mismo y a todos los fieles bajo el poderosísimo patrocinio del santo patriarca José, quiso satisfacer los votos de los obispos y solemnemente lo declaró Patrono de la Iglesia Católica. Y ordenó que su fiesta del 19 de marzo se celebrara en lo sucesivo con rito doble de primera clase, sin octava por motivo de caer en cuaresma”. (1)

2.- LEÓN XIII

En el duodécimo año de su pontificado, a través de la encíclica Quamquam Pluries, el Papa León XIII dedicará el mes de marzo a San José. Así, luego de describir el contexto alarmante y preocupante de su tiempo, afirmará que:

“Es una práctica saludable y loable, ya establecida en algunos países, dedicar el mes de marzo a honrar, mediante ejercicios diarios de piedad, al santo Patriarca. Allí donde esta práctica no pueda establecerse fácilmente, al menos es de esperar que, antes del día de su fiesta, en la iglesia principal de cada lugar, se celebre un triduo de oración. En lugares donde el diecinueve de marzo, consagrado al beato José, no es fiesta de precepto, exhortamos a los fieles a santificar en la medida de lo posible este día la piedad privada, en honor de su patrón celestial, como si fuera una fiesta de precepto (…) ” (2).

También debemos señalar que en el párrafo anterior de la misma Encíclica, León XIII promete una indulgencia perpetua a toda persona que reza devotamente a San José después del Rosario a la Santísima Virgen María durante el mes de octubre.

3.- PIO X

Siguiendo a su venerable predecesor, el Papa Pío X agregará también varias expresiones y devociones a San José, así como un buen número de indulgencias.

4.- BENEDICTO XV

Ante la Primera Guerra Mundial por un lado y sus múltiples consecuencias por el otro, Benedicto XV recurre a la poderosa intercesión del Ilustre Patriarca al presentar, el 9 de abril de 1919, dos nuevos prefacios eucarísticos en honor a San José. Así, el 25 de julio de 1920, en la celebración del 50 aniversario de San José como Patrono Universal de la Iglesia, publicó un Motu proprio Bonum.

5.- PIO XII

Marcará su enseñanza con respecto a San José con tres importantes informes. En efecto, en primer lugar señala a los jóvenes esposos la urgencia de invocar al Santo Protector de María y de Jesús en estos términos:

“Este favor de la confianza divina, que debía servir como velo del doble misterio de la Encarnación del Verbo y de la Maternidad virginal de María, parece, en su vida terrena, estar, por tanto, escondido en las sombras. Sin embargo, los raros y breves pasajes en los que el Evangelio habla de él, bastan para mostrar que la cabeza de familia era San José, que es, por tanto, modelo y patrón especial para vosotros, jóvenes esposos ”.(3)

Luego, respetando la fiesta civil del trabajo, hará de San José artesano en 1955, Patrono de los obreros como le recordamos y celebramos el 1 de mayo de cada año. Finalmente, en 1956, el Soberano Pontífice subrayó que el Esposo de la Virgen y padre de Jesús fue uno de los testigos más privilegiados del amor del Niño-Dios (4).

De este primer punto, cabe destacar que la espiritualidad josefista floreció desde el Concilio Vaticano I hasta el II.

II- DEL CONCILIO VATICANO II HASTA HOY

1.- JUAN XXIII

En cuanto al culto a San José, “el Papa bueno” se destacará a través de tres fuertes acciones. De hecho, la primera acción del Santo Padre fue encomendar todas las actividades del Santo Concilio bajo la protección paternal de San José el 19 de marzo de 1961(5) en la Carta apostólica “Le Voci”. La segunda acción de Juan XXIII se sitúa el 12 de octubre de 1962; tratará de la inserción del nombre de San José en el Canon de la Misa. Esto es lo que señala la Congregación de Ritos en el Decreto correspondiente en estos términos:

“Por eso esta Sagrada Congregación de Ritos, en virtud de la voluntad del Soberano Pontífice, ha decidido que en el Canon de la Misa, después de las palabras “Comunicantes… Domini nostri Jesu Christi ”, agreguemos: “Sed et beati Joseph ejusdem Virginis Sponsi”, Y seguidamente: “beatorum Apostolorum ac Martyrum tuorum …”.

La misma Sagrada Congregación decidió que esta prescripción “se aplicará también en los días en que se prescriba una fórmula especial en el Misal para los diferentes comunicantes”.

Además, es importante señalar que su santidad el Papa Juan XXIII renueva, con admirable esplendor, el altar de San José ubicado en la Basílica de San Pedro. Asimismo, el “ papa bueno” ofrecerá su anillo papal a San José, en un santuario polaco en Kalisz en 1962, donde se venera una pintura del santo, acreditada como “milagrosa”.

2.- PABLO VI

En su homilía con motivo de la fiesta del Santo Patriarca el 27 de marzo de 1969, el Papa Pablo VI exaltó su figura y sus múltiples virtudes invitando a los fieles a recurrir sin cesar a su poderosa intercesión como patrón y protector de la Iglesia en su peregrinaje terrenal.

3.- JUAN PABLO II

Respecto a la enseñanza de San Juan Pablo II, hacia el Santo Esposo de la Santísima Virgen, notemos que la condensó en su Exhortación Apostólica Redemptoris Custos publicada el 15 de agosto de 1989. Básicamente, el Santo Padre quiso iluminar la persona y la misión del descendiente de David en la vida de Cristo y de la Iglesia.

4.- BENEDICTO XVI

Además de sus múltiples sermones sobre el Santo Ilustre, cabe señalar que le prestó mucha atención el 19 de marzo de 2006 durante su Ángelus del día. Así enfatizará que:

“La figura de este gran santo, aunque algo escondida, es de fundamental importancia en la historia de la salvación. Sobre todo, perteneciente a la tribu de Judá, une a Jesús a la descendencia davídica, de modo que, cumpliendo las promesas mesiánicas, el hijo de la Virgen María es realmente llamado “hijo de David” ” (7).

5.- FRANCISCO

Desde el comienzo de su magisterio papal, Su Santidad el Papa Francisco nunca ha dejado de iluminar más vivamente el papel innegable del Santo Carpintero de Nazaret; exhortando a los fieles a una mayor devoción hacia este ilustre santo. Este es también el sentido de su preocupación por la inserción, ya en los albores de su ministerio petrino, del nombre de San José en las Plegarias Eucarísticas II, III y IV gracias a un Decreto sobre la liturgia (8).

Mucho más, el 8 de diciembre de 2020, el Santo Padre, en su Carta Apostólica Patris Corde(9), después de haber establecido un estrecho vínculo entre la vida oculta del carpintero de Nazaret y la de muchos anónimos, (cristianos y no cristianos), de nuestro tiempo frente a muchas dificultades y cuya actual pandemia del coronavirus, constituye uno de los eslabones esenciales del sufrimiento en todo el mundo; reafirma el amor paterno, incondicional e inexpresable de José hacia Jesús, que le convirtió así en un buen padre del Niño Dios y en un refugio discreto y seguro para los cristianos.

Además, debemos subrayar que con motivo del 150 aniversario de la proclamación de San José como Patrón de la Iglesia Universal por el Papa Pío IX, el Santo Padre Francisco, además, ha tenido a bien declarar el 8 de diciembre de 2020 (en la celebración de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María) un año litúrgico Jubilar en su honor y cuya clausura especial tendrá lugar el 8 de diciembre de 2021.

CONCLUSIÓN

Por todo lo dicho anterior, es notorio reconocer en última instancia que el Casto y Bondadoso Esposo de la Santísima Virgen ocupa un lugar destacado en la enseñanza del magisterio eclesial del período de los dos últimos Concilios hasta nuestros días. Esto, en razón de su papel capital en la historia de la salvación en los lados de María y de Jesús en conformidad con el designio de Amor Eterno y Benevolente de Dios en favor de los hombres. De ahí la importancia que los cristianos acudan a la incesante ayuda de aquel cuya Divina Bondad ha derramado inconmensurables e inefables gracias.

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Congregación de Ritos, Decreto“Urbi et Orbi”, Roma, 8 Diciembre 1870.
2León XIII, Quamquam Pluries, 15 Agosto 1889.
3 PIO XII, Documento Pontificio a los Jóvenes Esposos, 18 Abril, 1940.
4 PIO XII, Encíclica Haurietis Aquas al Sagrado Corazón, 1956.
5JUAN XXIII, Carta Apostólica de las Inscripciones del Soberano Pontífice Juan XXIII para los Obispos y todos los fieles del mundo católico sobre la Protección de San José para el Concilio Ecuménico del Vaticano, 19 de marzo de 1961.
6 Congregación de Ritos. Decreto por el que se introduce el nombre de San José en el Canon de la Misa, 13 de noviembre de 1962.
7 BENEDICTO XVI, Ángelus del 19 de marzo de 2006.
8 Cf. FRANCISCO, Paternas Vices, 1 de mayo de 2013.
9 Cf. FRANCISCO, Patris Corde, 8 de diciembre de 2020.

Monjas Cistercienses de Santo Domingo de la Calzada