Santo Domingo de la Calzada es una parada obligatoria en la Ruta Jacobea, en la que el Santo dio cobijo a infinidad de peregrinos.

 

El caminante que va en peregrinación hacia Santiago, toma el primer contacto con la ciudad medieval en la calle Mayor, donde se enclava una escultura de un peregrino. Siguiendo por esta calle se encuentra la Abadía de las Monjas Cistercienses (Bernardas), y la plaza de la Alameda, llegará a la plaza del Santo.

En ella podrá visitar la Catedral del Salvador, uno de los mejores ejemplos españoles de arquitectura progótica, con elementos románicos y barrocos junto a la obra gótica. La Catedral está organizada como una típica iglesia de peregrinación, modelo existente a lo largo de todo el Camino, cuya característica principal es la proliferación de capillas y la existencia de un pasillo en su cabecera que permite la circulación interior.

En su interior destacan el retablo mayor, obra del escultor renacentista Damián Forment; el coro plateresco de Andrés de Nájera y Guillén de Holanda; el retablo hispano-flamenco del Maestro Belorado; y el conjunto románico formado por la girola y el presbiterio.

Destaca también el popular gallinero, que alberga en su interior una pareja de aves vivas, recordando el famoso milagro. Cuenta la tradición que llegó a Santo Domingo un matrimonio de peregrinos alemanes con su hijo. La muchacha del mesón donde se hospedaron se enamoró del joven pero, ante su negativa, decidió vengarse de él emulando un robo e inculpándole. El joven fue juzgado y ahorcado. Cuando los padres se acercaron a ver a su hijo ahorcado, le oyeron decir que Santo Domingo de la Calzada le había conservado la vida. El matrimonio se presentó ante el corregidor de la ciudad y le relataron lo sucedido, ante lo cual el corregidor contestó que el joven estaba tan vivo como el gallo y la gallina que él se iba a comer. En ese instante el gallo y la gallina se pusieron a cantar. Desde entonces, se dice: «Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada«. En recuerdo de este suceso, se mantienen en el gallinero de la Catedral una gallina y un gallo blancos, procedentes de donaciones al Santo, que se cambian cada mes.

Desde la Plaza del Santo, se puede admirar también la torre barroca, exenta, que es la torre más alta de La Rioja, con 70 m. de altura. A lo largo de su historia la Catedral ha tenido 3 torres. La primera, románica, tuvo que ser desmontada porque amenazaba ruina.

La segunda, gótica, fue destruida por un rayo. Y la tercera, que se conserva hasta hoy, tuvo que ser construida exenta de la catedral por circunstancias del terreno.

En Santo Domingo de la Calzada se puede contemplar también lo que queda del recinto amurrallado que rodeaba a esta ciudad medieval, con sus 13 torreones en pie.